Las iniciativas de calidad hay que hacerlas por convicción más que por necesidad, en el sentido de que lo hacemos por que el cliente lo exige o el mercado lo demanda. Si no hay convicción de lo que se hace resultará muy difícil de implementar y mucho más de mantener.
El esfuerzo que se le dedica para que después al final del día algún proyecto se salte los procesos por entregar a tiempo y después se premie el equipo por cumplir con el cliente no motiva a nadie. Si no hay acciones por no cumplir con nuestros compromisos es una clara señal de que esto no es importante.
Si lo hacemos por convicción estaremos enviando la señal correcta a la organización, la visión corresponde con las acciones y el compromiso es visible. Los resultados vendrán y los cambios se verán.
¿Cuantas empresas que se han certificado en algún modelo lo reafirma actualizando su certificación?
miércoles, enero 09, 2008
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